El trauma de lo imprevisto
La muerte de un ser querido implica siempre una pérdida dolorosa y requiere de un duelo posterior. Cuando esa pérdida es anunciada por signos previos de enfermedad o envejecimiento, ese duelo se realiza con antelación y eso permite a cada uno hacerse poco a poco a esa ausencia. Lo cotidiano incluye ya ese vacío y muchas actividades se realizan sin esa persona, enferma o incapacitada. Lo verdaderamente traumático es cuando surge el acontecimiento imprevisto y la pérdida se produce bruscamente como es el caso de la catástrofe aérea. (…) Nadie espera que eso ocurra y por tanto el sentimiento de alerta, que podría estar activado en otras circunstancias, aquí no nos previene de lo imprevisto. Cada familia, cada persona vinculada a alguna de las víctimas del accidente, tendrá que enfrentar el sinsentido más brutal de este suceso. Lo traumático, decía Lacan, es esa ausencia de sentido, es lo real cuando se presenta bruscamente y en su estado puro: sin palabras que expliquen lo que no tiene sentido. La perplejidad es la primera reacción subjetiva ante …